Belladona...

...deriva de Atropos la inevitable hija de la noche y Erebeo, la más vieja de las tres parcas encargadas de cortar el hilo de la vida. Las damas romanas usaban su jugo para embellecer su mirada, se vincula a una hechicera encantadora a la que es peligroso mirar, los sacerdotes romanos la bebían antes de hacer las súplicas de victoria a la diosa de la guerra. En las bacanales se mezclaba con vino y las ménades de las orgías dionisiacas, se arrojaban con los ojos dilatados a los brazos de los hombres que adoraban a este dios, o bien con los ojos de fuego, caían entre los hombres para despedazarlos y comérselos...

viernes, 8 de junio de 2007

Mis momentos

Me fuí sin dar un portazo, con la mirada segura, y una sonrisa inexistente. Mis palabras eran tranquilas, pero mi mente estaba inquieta.Me marché en calma, pero triste. No sabía donde me llevaban mis pasos, sabía donde no quería ir, y de donde me había marchado. Empecé a caminar, y empecé a ver el mundo desde fuera. Me sentí como alguien que mira a través de una mirilla, pero sin sentimiento de culpa. Y me senté en un banco con vistas al agua, un agua que me da la vida. La iluminación era tenue, perfecta para perderme. Le dí al pause y mi mundo se estancó por un rato, los pensamientos no dejaban de bombardearme, pero parecía que no era mi vida. A mi alrededor el mundo seguía girando, cada persona con su vida, con sus problemas, con algun sitio adonde ir, y yo lo veía todo allí sentada, como una película, y con banda sonora, por supuesto.
Las parejas más enamoradas del mundo, los mejores amigos jugando con una pelota, los deportistas más costantes...y es que con música de fondo para ese espectaculo y un ánimo no muy animado, todo se idealiza, y piensas...me gustaría estar en esa situación ahora mismo... nosotros también vivimos esos momentos, pero mientras eso pasa no podemos verlo desde fuera.
Estos momentos me encantan, el agua me da la vida, tan solo estoy yo frente al mundo, pensando en todo y en nada a la vez, me relajo. Todos necesitamos nuestros momentos para pensar o no pensar, o simplemente estar...
Al cabo de más o menos una hora allí sentada, me fuí a casa, relajada, sin estar contenta pero tampoco triste... Creo que voy a repetir estos momentos para mí más a menudo.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

me encantaria tener ese aplomo...
Un beso

Anónimo dijo...

Todos necesitamos nuestros momentos para pensar o no pensar, o simplemente estar...
Gran frase, gran verdad.
Enhorabuena por encontrar la calma. Ahora, a perseguir esos momentos.

Anónimo dijo...

Nada mejor que respirar de vez en cuando, salirse del cuerpo, mirarses, pensarse y ser conscientes de que existimos, somos, sentimos y vivimos.

Guarda siempre esos momentos para ti.

Mil besos!
Kissxxx