El reflejo

Miraba su reflejo en la ventana, la oscuridad no le permitía ver más allá. Penetraba en sus ojos y solo lo veía a él. Cada lágrima era un momento a su lado, y cada beso, un suspiro.

Su cabeza pensaba fríamente, después de tanto tiempo esperando una oportunidad para ambos...-este es el comienzo y detrás de él vas tu!- así que una sonrisa se dejaba caer por sus labios de fresa, imaginaba su futuro. Al tiempo le faltan pies pero le sobran alas, y en un mes obtendrá una respuesta, la de su destino. Por el otro lado estaba el corazón, preso de su eterna condena de miel y egoísta por no querer separarse de su lado. Lo tiene mal acostumbrado a lo bueno, y en cuando se ve amenazado se reblandece aun más y sus ojos se vuelven vidriosos. En ocasiones le encantaría poder arrancárselo y guardarlo en una caja hasta que dejara de sufrir, a veces ese sufrimiento es innecesario.

Ha salido el sol, y ya no ve su reflejo, ve una ciudad llena de vida, y una oportunidad más allá del horizonte, pronto, en algún lugar, esa oportunidad le sorprenderá ensimismada en sus pensamientos, y sus pies construirán el camino que ella siempre ha querido, dejando trás de sí dos pares de huellas.